miércoles, 21 de marzo de 2012

Adiós cruel invierno, bienvenida primavera, esperemos que traigas a nuestra vida la esperanza de una nueva estación.
Y sí , viene a cuento, leí en algún sitio, que mientras el barco se hundía inexorablemente, los camareros del Titanic, se empeñaban en vaciar y limpiar los ceniceros ( todavía se fumaba ), haciendo caso omiso a la gran vía de agua que les iba a enviar al fondo del océano.
La lección es, que aunque a veces solo nos preocupamos de lo pequeño y olvidamos lo primordial, aún así en ocasiones no podemos hacer nada con la enorme vía de agua, que amenaza con ahogar nuestra vida,  pero sí está a nuestro alcance vaciar y limpiar los ceniceros, hagámoslo.

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